Se trata de una obra de finales del XIV y principios del XV, ubicada en un principio en la carretera de Valencia a Madrid fue trasladada hace unos años a un lugar más tranquilo y con menos tráfico.
Sobre cuatro escalones circulares, se levanta un estrecho pilar octogonal, coronado por un capitel con escultura, de ocho caras. En cuatro de esas caras se pueden ver las armas de la ciudad de Valencia, y en las otras cuatro, la representación de San Miguel, San Vicente Ferrer, San José y la Virgen de los Desamparados, todos ellos santos principales de la ciudad.
La cruz está forjada en hierro, no es la original de época gótica, destruida hace ya bastantes año, dicha cruz está totalmente cubierta por un templete o chapitel, a cuatro aguas cubierto de teja árabe tostada y se apoya en cuatro gruesos pilares de piedra de sillería, de planta rectangular de forma radial a la cruz, en el exterior concluye con un poyo rectangular con una bola encima.